Cuando hacemos un catálogo de moda la modelo juega un papel fundamental. Es muy importante que ella entienda perfectamente lo que se quiere en cuanto a poses, expresividad, actitud, etc... y eso es labor del fotógrafo ya que él tiene la información de todo el proceso creativo junto con el cliente. La modelo generalmente viene un día antes de la sesión o el mismo día para hacer el shooting y luego se va a otro país a por el siguiente shooting, no tiene posibilidad de saber absolutamente nada sobre toda esa información, por lo que tenemos que ser muy comunicativos para que ella capte realmente lo que se quiere de ella.
Hay que darle información sobre el tipo de mujer que se busca y que usa esa ropa, que son los clientes potenciales, si debe ser muy expresiva o poco expresiva, si debe mirar a cámara o más bien debe ser una sesión más natural de vida real donde la modelo solo está en una escena y el fotógrafo capta los mejores momentos, etc... todos esos elementos serán muy útiles para que ella pueda desarrollar su trabajo adecuadamente.
La modelo debe colaborar en lo posible en evitar arrugas en las telas por lo que hay que decirle que sea una de sus preocupaciones cada vez que se mueve y así que no se transforme la sesión un una serie de correcciones de poses, una tras otra, para lograr que se vea natural pero que también la ropa no tenga arrugas. Una modelo profesional debe estar muy pendiente de su ropa, de su pelo y de lo que le comunica constantemente el fotógrafo para formar un equipo.
Hay que tomar en cuenta que hay que formar un equipo de trabajo en muy poco tiempo, tal vez solo minutos, porque la modelo llega a la sesión y va directo a maquillaje y peluquería. Generalmente no ha asistido a ninguna reunión previa de producción y generalmente la conocemos el mismo día de la sesión. De parte del fotógrafo está que ella se sienta en unos minutos como si la conociésemos desde hace mucho tiempo y además con la confianza pero con el respeto necesarios para que haya una muy buena comunicación.
El fotógrafo debe ser una persona muy comunicativa, expresiva, caer bien y crear confianza en muy poco tiempo, procurar estar al mismo nivel que todo el resto del equipo y no dar la sensación de estar "por encima" de los demás ya que eso puede perjudicar el desarrollo adecuado de la sesión. Tampoco debe olvidar al cliente en la sesión e intentar involucrarlo en lo posible en cada decisión para que sea una producción conjunta. El cliente es el que más conoce a su target, el que más sabe lo que necesita (o por lo menos debería serlo...) y el que puede ofrecer una visión más ajustada al producto. Luego el fotógrafo tiene que transformar todo eso en imágenes creativas, correctas técnicamente, estéticamente adecuadas y que vendan el producto. Todo eso en colaboración con el equipo de producción como el maquillador, el peluquero, el estilista, atrezo y otros miembros del equipo.
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